San Pablo es uno de los lugares donde se encuentran la mayoría de cabañas-restaurantes. Son 82 establecimientos
para elegir, motivo por el cual el sitio es un referente gastronómico de la Ruta del Spondylus.
Los habitantes de esta población ubicada a 15 kilómetros de la capital Santa Elena consideran que el éxito es la buena sazón e innovación en el menú.
“Antes San Pablo era un sitio de paso para los balnearios del norte, ahora casi de manera obligatoria la gente se queda saboreando los platos y gozando de la playa”, comentó el comunero Javier Tomalá.
Una de las novedades la tiene el restaurante El Farolito, de Ediocleciana Toala, que en esta ocasión promociona la “guatita de mariscos”, en espera de que se convierta en el plato favorito de los visitantes.
“Es similar a la guatita, la diferencia es que en vez del mondongo la preparamos con camarones, concha, almejas o como el cliente desee”, explicó.